PSICARA
MITOS Y REALIDADES DE LA HOMOSEXUALIDAD
Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde todos los miércoles, las psicólogas y psicólogos de PSICARA abordamos temas y curiosidades relacionadas con la Psicología. En el artículo de hoy describiremos diferentes argumentos científicos sobre la homosexualidad.
Día a día, nos encontramos con usuarios que presentan dificultades respecto al tema de su orientación sexual y su implicación en las relaciones sociales. Por lo que vemos más que importante poder recoger información científica a través de este espacio. ¡¡Vamos allá!!
¿La homosexualidad se aprende o es innata?
Se empieza a sospechar que la homosexualidad es algo innato (J. Martín, 2016) cuando se confronta con las leyes del aprendizaje, es decir, si la homosexualidad es innata significa que no es adquirida por las leyes de conducta del aprendizaje, las cuales dicen que; si un individuo realiza un comportamiento y a continuación recibe una recompensa, dicha conducta será repetida por el individuo en el futuro. Y, por ende, si un comportamiento viene sucedido de un estímulo aversivo, esa conducta acabará por verse extinguida con el tiempo.
En el caso de la homosexualidad ninguna de estas leyes de aprendizaje se cumple. Por lo que la siguiente pregunta podría reflejar esta circunstancia: ¿qué padres heterosexuales enseñan a sus hijos a ser homosexuales?
Asimismo, existen estudios (Stacey y Biblarz, 2001) que concluyen que los hijos de pareja de padres/madres homosexuales suelen ser heterosexuales en un 90 por ciento (igual que los criados por parejas heterosexuales), lo que demuestra que ni siquiera teniendo un modelo de pareja homosexual: no te “vuelves” homosexual si no lo eres.
Como recoge J. Martin (2016), está científicamente demostrado que toda conducta puede “desaprenderse”, y también es bien sabido que no se puede dejar de ser “homosexual”. La homosexualidad es castigada fuertemente en numerosos países y, aún así, sigue habiendo homosexuales en ellos. De modo que nos encontramos con una conducta que permanece firme a pesar de que no solo no es reforzada con premios sino que, por el contrario, es duramente castigada.
Y no hay que pensar solo en los países que te condenan a muerte por ser homosexual: En occidente siguen existiendo profesionales, familiares y personas de entidades que intentan convertir a la heterosexualidad a estas personas, y lo único que consiguen es crear mucho sufrimiento e ideación suicida. Intentar eliminar la respuesta sexual y los sentimientos hacia personas del mismo sexo es una violación de los derechos humanoes e ilegal en este país.
¿Es la homosexualidad antinatural?
¡Absolutamente, no! Resulta que no somos la única especie donde aparece la homosexualidad. Bruce Bagemihl realizó una notable revisión de los hallazgos al respecto y ha descrito con amplitud la sexualidad de casi 300 especies, entre mamíferos y aves, entre las que es frecuente observar relaciones homosexuales.
Este autor argumentaba dos elementos fundamentales: (1) la homosexualidad es una constante biológica que aparece generación tras generación, tanto en humanos como en otros animales, y lo hacen en (2) una tasa que supera de lejos la tasa de los “errores de la naturaleza”, por lo que debe tener una función útil para la especie (J.Martín, 2016).
¿Ha existido siempre la homosexualidad?
Existen pruebas documentadas de la homosexualidad en el Paleolítico. En la cueva de La marche (Francia) se pueden encontrar escenas, por ejemplo, de un coito entre varones y de una mujer practicándole un cunnilingus a otra. En la cueva de Laussel se puede observar una placa de piedra de más de 27.000 años en la que unas mujeres hacen “la tijera”.
En la India, textos tradicionales como el Kamasutra y el Jayamangala incluyen referencias a la homosexualidad y al matrimonio entre homosexuales. Sin embargo, tras la llegada del colonialismo europeo, la prohibición de la homosexualidad se extendió a los países colonizados de forma que estos lugares dejaron de ser respetuosos con la homosexualidad.
Y algo parecido sucedió en los territorios americanos que, aunque dentro de sus culturas solo permitían algunas conductas homosexuales, con la invasión española terminaron por prohibir dichas prácticas. Por lo que se puede afirmar que hasta la Alta Edad Media parece que la homosexualidad podía coexistir hasta cierto punto con la heterosexualidad.
¿Por lo tanto que NO es la homosexualidad?
Como bien recoge el libro de Quiere Mucho Maricón (2016), la Homosexualidad NO es una enfermedad. En 1957 la homosexualidad fue retirada del Manual de trastornos mentales (DSM) gracias a los trabajos de Evelyn Hooker. A partir de estos trabajos se comenzaron a sumar mas evidencias de que la homosexualidad no es ningún tipo de trastorno. Los psicólogos seguimos el método científico y como tal, no entramos en discusiones con ideologías. Nos basamos en la evidencia y en los datos que reafirman o rechazan hipótesis. La OMS hizo lo mismo con su clasificación internacional de enfermedades (CIE) el 17 de mayo de 1990, por el cual se conmemora en esta fecha el día internacional contra la homofobia.
La Homosexualidad NO es un estilo de vida. Muchas personas homófobas asocian la homosexualidad con el ambiente, lo que sería equiparar la heterosexualidad con los puticlubs.
La Homosexualidad NO es una construcción social. Se ha visto a través de los años que el nivel de permisividad o prohibición de la homosexualidad en una sociedad no influye en el porcentaje de personas homosexuales. Se observa que se ha mantenido constante a través de los años y las culturas.
En conlusión, podemos afirmar con evidencia científica que la homosexualidad es una forma válida y respetable de la sexualidad humana. Así que, como sociedad deberíamos sensibilizarnos con las personas que tienen que ocultar su orientación sexual. Decirle a un HIJO/A/E “TE QUERRÉ y ACEPTARÉ AMES A QUIEN AMES” puede ahorrar mucho sufrimiento.
Si quieres ampliar y conocer más, la mayor parte de este artículo está basado en la información del libro, “Quiérete mucho, maricón” de Gabriel J. Martín, sexólogo especializado en Psicología afirmativa gay.
Rubén Somalo Toyas, psicólogo de PSICARA