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PERFECTAMENTE IMPERFECTA ¿QUÉ ES ESO DEL PERFECCIONISMO?

Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde todos los miércoles, las psicólogas y los psicólogos de PSICARA abordamos temas y curiosidades relacionadas con la Psicología. En el artículo de hoy hablaremos sobre el perfeccionismo.


Estando en sesión, una paciente me comentaba que siempre tomaba los apuntes en lápiz y después los pasaba a limpio. Decía que prefería hacerlo de este modo ya que así podía borrar los fallos todas las veces que fuera necesario hasta que quedara perfecto, “soy muy perfeccionista” me decía con una sonrisa. Lo curioso es que nunca le solía gustar como quedaba, siempre veía defectos y mejoras que podía hacer, llegando a veces a dedicar horas y horas, hasta que desistía y los dejaba para otro momento.

Todas las tardes se dedicaba a pasar a limpio todos los apuntes que había tomado en el día, sin tener apenas tiempo para ella, para estudiar, para descansar, para quedar con sus amigas, etc. Esto hacía que constantemente pensara “no llego a todo” y sintiera frustración, sensación de ahogo, estrés, ansiedad, etc.


Quizás alguno de vosotros o vosotras haya pensado que la solución es fácil, que deje de pasar los apuntes a limpio y ya está. Quizás otros u otras os habéis sentido muy identificados e identificadas con ella y la necesidad de que “esté todo perfecto”. Esto se debe a que este perfeccionismo del que hablamos, a algunas personas no les genera malestar ni afecta de manera negativa en su vida, en cambio a otras les limita, generándoles estrés, ansiedad, frustración, bloqueos, etc.


Cuando hablamos de perfeccionismo solemos pensar en una persona que nunca suele estar totalmente satisfecha con lo que hace, al considerar que “siempre puede hacerse mejor”. Las personas que 8enden al perfeccionismo son personas que suelen exigirse mucho y, cuando no alcanzan dicha exigencia autoimpuesta, tienden a evaluarse negativamente, fijándose en aquello que han hecho mal.


Es probable que estéis pensando que el perfeccionismo es algo negativo y que no nos aporta nada bueno, en cambio, esto no es del todo cierto. Algunas personas no tienden a machacarse cuando cometen errores, pues les sirve para organizarse y esforzarse en alcanzar aquellos objetivos propuestos.


Así pues, podemos ver que el perfeccionismo puede ser adaptativo o desadaptativo, encontrándose dicha adaptabilidad en un continuo que se ve influido por otros factores como es la intensidad, la actividad o el contexto en el que aparece, la manera de ser y enfocar las cosas que tiene la persona, así como los costes que le supone a la persona intentar alcanzar dicho perfeccionismo. Cuando hablamos de perfeccionismo adaptativo nos referimos a la capacidad que tiene la persona para establecer objetivos, esforzarse por alcanzarlos y permitirse sentir satisfacción en el caso de conseguirlos, y autocompasión, ante sus dificultades o fracasos. Por lo que respecta al perfeccionismo desadaptativo la persona establece objetivos que suelen ser muy elevados, aumentando la probabilidad de que no los alcance. A su vez, cuando comete algún error, tiende a culpabilizarse y a criticarse por ello, haciendo que aparezcan sentimientos de decepción y una preocupación en torno a los errores que ha cometido. Se ha encontrado que este último tipo de perfeccionismo tiende a relacionarse con algunas patologías como la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios, entre otros.


Teniendo en cuenta esto y, retomando el ejemplo, podemos observar que la paciente presenta un perfeccionismo desadaptativo, pues si bien es cierto que unos apuntes “bonitos” tienden a ser más agradables visualmente y, por tanto, pueden facilitar a la hora de estudiar, el coste que supone conseguir eso es mayor ya que intentando que sean perfectos pierde el verdadero objetivo de la actividad, que es estudiar y comprender el temario.


Algunas personas suelen tener la misma dificultad que la chica del ejemplo, pero en diferentes situaciones. Es importante que empecemos a tomar conciencia del “para qué” lo hacemos, es decir, para qué estamos intentando “alcanzar dicha perfección”, pues quizás estamos invertimos tiempo en alcanzar algo que realmente no existe, impidiéndonos invertir el tiempo en aquellas cosas que realmente nos hacen felices. Así que recuerda, estamos aquí para ser felices, no perfectos.


Miriam Pitarch, psicóloga de PSICARA

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