Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde todos los miércoles, las psicólogas y psicólogos de PSICARA abordamos temas y curiosidades relacionadas con la Psicología. Esta semana queremos hacerte reflexionar y que puedas mirar hacia tu interior. ¿Crees que la vida tiene un camino preparado para ti?
¿Alguna vez te has parado a pensar cuál es tu propósito dentro de este caótico mundo? Quizá pienses que el destino tiene algo preparado para cada persona, que cada camino es cuestión de suerte, o que el mero azar nos ha puesto en el lugar en el que estamos en este mismo instante y tenemos que asumir la vida que se nos ha impuesto. Sea esta tu creencia o no, hay aspectos que sí están bajo nuestro control, pero no siempre sabemos cómo llegar a esos objetivos. Un paso previo es saber qué queremos, ¿realmente nos conocemos lo suficiente? El objetivo de este artículo es poder acompañarte hacia este autoconocimiento.
En la sociedad actual tomamos decisiones diariamente para cumplir con determinadas exigencias de nuestro ambiente, pero ¿cómo saber con mayor seguridad que estamos haciendo lo correcto?
La mayoría de aspectos que consideramos “correctos o incorrectos” son percepciones que están basadas en nuestros valores y creencias. Por tanto, lo que necesitas preguntarte es ¿cuáles son tus valores personales? O más bien, ¿cómo puedes actuar de acuerdo a tus propios valores?
Tenemos diferentes valores dependiendo de cada esfera vital. Es decir, puedes tener unos valores sobre los que definir tus relaciones familiares, otros para tus relaciones sociales, otros en el área de la educación o el empleo, otros en relación a tu salud física y mental, etc. Para ello te tienes que preguntar: ¿qué tipo de hermano/a quiero ser?, ¿cómo me gustaría que me recordasen mis hijos/as?, ¿cómo quiero que me vean mis amistades?, ¿cómo me gustaría verme en mi futuro laboral?
Tras esta pequeña reflexión, tienes una primera decisión que tomar: ¿te gustaría actuar siguiendo tus valores? Si la respuesta es que sí, en este mismo instante estás decidiendo dar un paso hacia la construcción de tu camino. Para continuar por esta senda, te propongo que ahora pienses cuáles son las dificultades que te hacen estar lejos de esos valores: ¿qué te hace no ser el hermano/a que te has imaginado?, ¿por qué crees que tus hijos/as podrían no recordarte como tú quieres?, ¿qué te aleja de la visión que quieres que tus amistades tengan de tí?, ¿Qué es lo que te separa de tu futuro laboral?
Por último, para poder acercar nuestro “yo actual” hacia nuestro “yo ideal”, de acuerdo a los valores que queremos seguir en la vida, es oportuno establecer acciones. Es decir, si quieres ser un buen hermano/a, puedes plantearte llamarle todas las semanas para preguntarle qué tal está, o si quieres que tus amistades te vean como una persona cercana, puedes establecer quedar todos findes a la hora del café con esas personas importantes para ti. Cuanto más detallada se establece una acción (veces a la semana, horas, etc.) más probable será que la lleves a cabo.
Podemos conseguir una meta o no, es decir, puede que nuestras amistades no puedan quedar siempre a tomar un café, pero estaremos actuando conforme a nuestros valores. Lo cual nos hará sentir mayor seguridad en las decisiones que tomemos diariamente.
En este punto te puedes preguntar, ¿para qué sirve reflexionar sobre las dificultades? Es útil tenerlas en cuenta a la hora de planificar las acciones que queremos llevar a cabo, puesto que es una forma de proponer soluciones, o replantearnos si necesitamos ayuda profesional y no tenemos las suficientes habilidades para alcanzar una meta y poder vivir de acuerdo a los valores que queremos.
La vida es larga y este es un ejercicio que puede ayudarte a vivirla con mayor plenitud, escribiendo tu propio camino. Pero también es importante tener en cuenta el propio autocuidado y no autoexigirnos la inmediatez de conseguirlo todo al instante.
Nuria Latorre Latorre, psicóloga de PSICARA